Firmes en su ambición de mantener el poder y negocios en sociedad con la clase gobernante, los capos del cartel 22 no dejan sus prácticas de terrorismo y crimen.
Ya lo dijeron: “si el gobierno no cancela la reforma educativa habrá sangre…”.

En este espacio hemos registrado puntualmente los crímenes atribuidos a los capos de la 22. No es que apenas vaya a haber sangre en su encarnizada guerra por el poder. El llamado movimiento “democrático” magisterial, inició con sangre, sigue habiendo sangre y si el gobierno no los para pronto, continuará la sangre. Entre el SNTE y la CNTE no hay diferencia en sus métodos de corporativismo sindical. Venden plazas, las heredan, cobran sin trabajar en las aulas, no se capacitan, manipulan a sus agremiados, etc. Son iguales solo que la CNTE es más voraz, lo que no le permiten lo obtiene del gobierno por medio de la violencia.

En fechas recientes mataron a un periodista y su ayudante en Juchitán. Los que tienen en sus manos el negocio ese que llaman derechos humanos, nada han dicho. Para la DDHO, CNDH, CIDH y demás organizaciones que lucran en nombre de los derechos humanos, los periodistas y policías muertos o heridos, no alcanzan la categoría de seres humanos.

Inclusive entre la clase privilegiadas de la sección 22, hay diferencias. Cuando alguno de sus sicarios es arrestado arman gran alharaca. Curiosamente, hoy ninguno de los capos ni de los defensores de derechos humanos hace suyo el reclamo por la desaparición del profesor Carlos René Román al que consideraban ideólogo de la 22. Las indagatorias curiosamente quedaron en el olvido después de que fueron interrogados el ex dirigente Azael Santiago Chepi y otros capos. También olvidaron las investigaciones sobre el asesinato del profe apodado “robachamacos”, Rafael Rodríguez. Al ser capturado por la Policía acusado del secuestro de un niño, reveló a las autoridades que pensaba cobrar rescate “para la causa”.

Desde el inicio del movimiento magisterial devenido en una calamidad sobre Oaxaca, nada ha variado. Son los mismos capos, los mismos métodos violentos y la misma táctica que llaman “movilización-negociación”. Y vaya que les ha redituado. Todos los jefes de las tribus no pueden ocultar su nueva realidad política y económica. Todos disfrutan de su rebanada.

Esta columna es de agosto del 2009, pero sigue siendo la película del momento.

Como si las escuelas fueran propiedad y no del pueblo, los tiranos que desde hace casi 30 años se adueñaron de la sección 22 del SNTE, mantienen esos espacios a sangre y fuego.

Su sangrienta dominación inició, hace 30 años, con la brutal ocupación de la escuela primaria “Demetrio M. Navarrete” de San Martín Mexicapam, con el saldo un padre de familia muerto y varios más heridos.

Hoy que el imperio de los célebres “maestros” ERANGELIO MENDOZA, ROGELIO VARGAS GARFIAS, RAÚL GATICA, LUÍS FERNANDO CANSECO GIRON, ALEJANDRO LEAL DIAZ, ROGELIO PENSAMIENTO, CLAUDIO FLORES, GERMÁN MENDOZA NUBE, ANSELMO ARELLANES, entre otros, empieza a podrirse por tanta corrupción y autoritarismo, vuelven a las prácticas bestiales.

Nuevamente sus contlapaches, al no poderse mantener en sus centros de trabajo con razonamientos y sobre todo, con trabajo, recurren a la fuerza bruta y reprimen a los padres de familia que se atreven a cuestionar tantos abusos. Así ocurrió ayer en la escuela primaria “Apóstol de la Democracia” de Tuxtepec, donde un grupo de “maestros” encabezados por su delegado sindical Alfredo Montes, tomaron por asalto la escuela custodiada por los padres de familia, sobre todo madres, que se decidieron a no tolerar más a los maestros faltistas y corruptos.

Uno de los maestros de la misma escuela, informó a esta columna que la cobardía de los “democráticos” no tuvo límites. Aunque la mayoría de los disidentes eran mujeres, las golpearon, amarraron y las exhibieron por las calles, simplemente porque osaron con exigir para sus hijos el cumplimiento cabal del artículo tercero constitucional. Reportan, cuando menos, cuatro madres de familia lesionadas.

Mantener supremacía sobre la descastada clase magisterial los lleva a la infame actitud de que “el fin justifica los medios”. A eso se debe la represión contra padres de familia que se han atrevido a cuestionar sus abusos en muchas escuelas. Allí están como ejemplo de su intolerancia, la violencia con que iniciaron este año escolar.

La autoridad, convertida en cómplice de facto, los deja hacer y los deja pasar con una infinita irresponsabilidad. La connivencia llega a tal grado que el mismo titular del IEEPO anuncia que no habrá reconocimientos para estudios cursados en los módulos de la disidencia.

El anuncio infla a los beligerantes de la Sección 22 que amenazan con más acciones “contundentes” si el gobierno no cierra los módulos operados por la Sección 59. Y vaya que están cumpliendo su amenaza.

¿Verdad que nada ha variado? Es la misma película de terror que ya vimos y seguiremos viendo.

Siguen, invariables, apegados al crimen como lo hicieron hace unos días en la escuela primaria de la pequeña comunidad de La Luz, en la Mixteca, pero de eso les cuento mañana.

Hablando de terrorismo, eso fue lo que vivieron los consejeros panistas el sábado pasado en el hotel San Felipe Misión.

Con pavor vieron la procacidad de su dirigente estatal Juan Iván Mendoza, para manipular una sesión. Su manoseo fue tal que cuando no pudo imponer su voluntad, simplemente la abortó y emprendió graciosa huida seguido de sus incondicionales, entre ellos la diputada Antonia Natividad.

Ante tanto desaseo, unos consejeros propusieron pedir la intervención del líder nacional Ricardo Anaya. Otros, sugirieron pedir directamente el arbitraje del consejo político nacional. Desconfían en su líder nacional.

Suponen que aunque Anaya hace suya la campaña contra la corrupción y hasta designo a Luis Felipe Bravo Mena zar anticorrupción al interior del PAN, hay evidencias claras de que solapa las pillerías de Juan y Antonia.

A eso atribuyen el atrevimiento de esta pareja al suspender arbitrariamente la sesión de consejo político con todo y que es un órgano superior al comité directivo. Su enojo fue porque no votaron por sus candidatos. Primero por el perredista Jaime Toledo para la presidencia de la comisión de elecciones, y segundo por Perla Woorlich. Los rechazaron “por falta de probidad” y eso enojó a la pareja caciquil.